BG elementBG element

"... Por lo tanto, es importante elevar el poder de la inclusión. No es solo un término financiero, un sueño, una ilusión. Es una herramienta poderosa para el empoderamiento. Es clave para derribar barreras, un catalizador fundamental para el desarrollo sostenible.

Los datos permiten que la inclusión financiera transite de la ilusión a la evolución financiera."

Londres. 12 de abril de 2024

De repente, aquellos invisibles se han vuelto visibles: Pertenecen.

Este es el poder de la revolución de los datos, el poder de las “huellas digitales” y cómo estas pueden ser transformadas y monetizadas por el usuario, convirtiéndose en capital, de manera digital.

La inclusión financiera ha sido, durante décadas, un enfoque fundamental de las políticas públicas en todo el mundo, buscando abordar la falta de acceso a productos y servicios financieros para muchos; en el mejor de los casos, el acceso al capital ha sido desigual. Cada vez hay más pruebas que sugieren que el acceso al capital permite a las personas mejorar su nivel de vida.

¿Qué es la inclusión?

Según el Banco Mundial, la inclusión financiera significa que individuos y empresas tienen acceso a productos y servicios financieros asequibles y que satisfacen sus necesidades - transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguros - ofrecidos de manera responsable y sostenible. Se considera un "factor clave para reducir la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida". También se ha identificado como un impulsor de 7 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Acceso limitado al capital

Aunque el número de cuentas ha aumentado en la última década al 71% en economías emergentes (1.7 veces de 2020 a 2021), el acceso al capital sigue siendo esquivo para la gran mayoría. Según el último Global Findex Report, solo el 45% de los adultos en economías en desarrollo tienen la capacidad de acceder a fondos adicionales en los próximos 30 días. Estos números evidencian una necesidad urgente de cerrar la brecha de acceso para las personas que viven en economías menos desarrolladas.

Las amistades y la familia son la fuente inicial de fondos adicionales para el 30% de los adultos en economías en desarrollo, y a pesar de esta red relativamente accesible, casi la mitad de los encuestados expresaron que sería difícil conseguir el dinero. Además, las mujeres y las personas más pobres son menos propensas que los hombres y las personas más ricas a obtener fondos adicionales con éxito y más propensas a depender de amigos y familiares como fuente principal de recursos. Además, alrededor del 50% de los adultos en economías en desarrollo se preocupan (mucho) por cubrir gastos de salud en caso de una enfermedad grave o accidente, y el 36% dijo que los costos de atención médica eran su mayor preocupación. Importante resaltar, como en África subsahariana, la preocupación por las tarifas escolares es más común que en otras regiones; el 54% de los adultos están muy preocupados por dichas tarifas, y para el 29%, es su mayor preocupación.

La falta de dinero, la distancia al banco más cercano y la falta de documentación fueron citadas consistentemente por los 1.4 billones de adultos no bancarizados como algunas de las razones principales por las que no tienen una cuenta. Sin embargo, existen oportunidades claras para abordar algunas de estas barreras y es fundamental que se aborden estos desafíos. La infraestructura habilitante tiene un papel importante que desempeñar. Por ejemplo, los esfuerzos globales para aumentar el acceso inclusivo a sistemas de identificación confiables y teléfonos móviles podrían ser aprovechados para aumentar la propiedad de cuentas para poblaciones con retos grandes de acceso, algo que ya está empezando a ocurrir en lugares como India. Los actores clave en este esfuerzo: gobiernos, proveedores de telecomunicaciones y servicios financieros, deben invertir en regulaciones y una adecuada gobernanza para asegurar que productos y funcionalidades - seguros, asequibles y convenientes - estén disponibles y sean accesibles para todos los adultos en sus respectivas economías. Si bien es claro que es de interés general, algunas cosas deben cambiar, principalmente, la mentalidad. Se requiere colaboración a través de un diálogo abierto y transparente.

Los gobiernos, empleadores privados y proveedores de servicios financieros, incluidas las fintech, podrían ayudar a ampliar el acceso financiero y su uso entre los no bancarizados al reducir las barreras y mejorar la infraestructura. Estos son de gran importancia a nivel fundacional, ya que elimina las fricciones y nivela el campo de juego permitiendo el crecimiento en la innovación en la provisión de estos servicios.

Además, es importante destacar que el informe menciona que el cincuenta por ciento de los adultos en economías en desarrollo solicitaron un préstamo, aunque menos de la mitad usaron medios formales, tales como, el solicitar un préstamo a una institución financiera, usar una tarjeta de crédito o pedir prestado a través de su cuenta de dinero móvil (wallet). El porcentaje de adultos que piden prestado formalmente es, en promedio, bajo en economías en desarrollo, pero ha aumentado en la última década, pasando de aproximadamente el 16% en 2014 y 2017 al 23% en 2021. También sugiere que alrededor de dos tercios de los adultos no bancarizados dijeron que si abrieran una cuenta (excluyendo el dinero móvil) en una institución financiera, no podrían usarla sin ayuda.

Interesante resaltar la importancia de la educación financiera, ya que los propietarios de cuentas sin experiencia que deben pedir ayuda a un miembro de la familia o a un agente bancario para usar una cuenta pueden ser más vulnerables y por ende, propensos al abuso financiero. Además, uno de cada cinco adultos en economías en desarrollo que reciben el pago de su salario en una cuenta pagó tarifas inesperadas en la transacción. Combinados, estos dos casos, se evidencia que los clientes financieros menos experimentados pueden ser más vulnerables al fraude. Por lo tanto, se necesitan inversiones en habilidades de numeración y alfabetización financiera, diseño de productos que tengan en cuenta los patrones y capacidades de uso del cliente, así como fuertes salvaguardas del consumidor para garantizar que los clientes se beneficien del acceso financiero, así como la construcción de confianza por parte del público en el sistema financiero.

Aun así, los problemas son más complejos que simplemente el fraude. Una encuesta de la OCDE en 2020, encontró que en promedio el 43% de las personas (en 25 países) que enfrentaron desafíos financieros piden préstamos de manera informal, muchos de ellos a amigos y familiares, una red que se siente segura, sin embargo "muchos más" lo hacen a prestamistas informales. Estudios en el Reino Unido (sí, no en economías emergentes), indican que el 50% enfrenta violencia física y otros enfrentan, entre otras cosas, extorsión. De hecho, hay un impacto profundo en la salud mental y el bienestar de las personas, lo que muestra claramente que el problema va más allá de la sola política financiera y se convierte además, en un reto en términos de salud pública.

Según Carlos Miranda, director científico del Hospital Psiquiátrico Universidad del Valle, localizado en la ciudad de Cali, en Colombia, las estadísticas sobre cómo los prestamistas informales afectan la salud de las personas no están bien documentadas. No obstante "… se sabe infiere de manera teórica que los estresores económicos son complejos y generan depresión y ansiedad". Lo que está claramente documentado es el hecho de que hay suicidios relacionados con préstamos con pagos de intereses muy altos y/o pagos diarios claramente documentados por los medios de comunicación. Para poner esto en contexto, en Colombia la policía ha informado que cada cuatro horas se captura a un cobrador de deudas de asociados a prestamistas informales. La dimensión del problema es clara y los más necesitados son los más afectados.

Huellas Digitales

En el informe Global Findex 2021 "La recepción de pagos como salarios y apoyo del gobierno directamente en una cuenta puede contribuir a lograr objetivos de desarrollo. Estudios realizados por Blumenstock, Callen y Ghani (2018) han encontrado que los trabajadores que recibieron sus salarios a través de un depósito directo, los cuales alientan a los titulares de cuentas a dejar el dinero en la cuenta y aprovechar el beneficio que traen los débitos (pagos) automáticos y instrumentos de ahorro, tienen un mayor nivel de ahorro que los trabajadores que recibieron pagos en efectivo".

También es cierto que recibir un pago en una cuenta, especialmente si el pago se puede utilizar para documentar un flujo de ingresos regular a lo largo del tiempo, también puede facilitar el proceso de tomar dinero prestado formalmente.

En palabras de de Nandan Nilekani (cofundador de Infosys y uno de los arquitectos del India Stack). El movimiento hacia lo digital hace que las personas se vuelvan ricas en datos, algo que normalmente sucede mucho antes de ser ricos económicamente.  Al pasar de un entorno transaccional basado en efectivo a uno en el que esas mismas personas comienzan a ingresar y retirar dinero de forma digital, los cimientos se están sentando para dar paso a la creación de historiales digitales, que dejan valiosas "huellas digitales". Este camino conduce a la habilitación de capital mediante la transformación de, en un principio datos en bruto, a datos estructurados que pueden ser "capitalizados".

Algunos llaman a esto la "capa de empoderamiento de datos". Esta capa de datos es muy útil en aquellas economías que han construido, o están en proceso de construir, capas de identidad y pagos. Lo que recibes como ingresos, en qué gastas, cómo y dónde trabajas, tus interacciones sociales; en esencia, todos tus patrones sociales y de consumo. Todo esto está creando una riqueza de datos que se está transformando en "patrimonio digital" de las personas.

El tránsito de base de datos a “datos lakes”, a datos transformados capital es un cambio de paradigma fundacional para cualquier economía. Hoy en día, la información del consumidor está “encerrada”. Está almacenada y aislada, ya sea por tus proveedores de servicios financieros, proveedor de telefonía móvil, cable o “streaming”, la autoridad fiscal, tu empleador o proveedor de servicios públicos entre muchos otros. La riqueza de este conjunto de datos radica en el hecho de que proporcionan ricos patrones, contextuales y de comportamiento que, cuando se integran adecuadamente a motores de decisión robustos, pueden ser utilizados para construir evaluaciones de crédito sólidas, para un segmento más amplio de la población. Dichos datos, de forma integrada, pueden permitir la creación y oferta de mejores y más adecuados productos, o puede ser aprovechado como la fuente para el desarrollo de nuevos casos de uso.

Como por arte de magia, las "huellas digitales" vuelven visibles a los "invisibles". Las personas pasan de estar fuera del sistema a pertenecer, a ser parte del sistema. La transición de lo informal a lo formal se vuelve natural.

El poder de la “historias digitales” de un consumidor se evidencia en el aporte que esta hace a sus “huellas digitales” y, por lo tanto, a su historia digital. Dichas huellas digitales se convierten en el equivalente del representante del banco local que en los buenos tiempos sabía quiénes eran sus clientes, su estilo de vida, línea de negocio y dinámica social, lo cual permitía que el representante local del banco otorgara créditos a estos miembros de la comunidad debido a sus patrones de comportamiento y el conocimiento que desarrollaban de este. Hoy en día, tus "huellas digitales" pueden permitir que se construyan modelos sólidos en torno a esos patrones contextuales que de forma análoga, y social, hacia el representante del banco en los viejos tiempos.

Construyendo el tejido conector

Bienvenido señor(a), mi nombre es "Datos" y soy su nuevo "Banquero". El antiguo banquero de la comunidad que conocía de pies a cabeza a sus clientes ha regresado con el nombre de “Datos”. Un sistema digital capaz de evaluar a las personas y comercios con la confianza proporcionada por el hecho de que los datos evidencian sus patrones de comportamiento mucho más allá de un simple “score” crediticio.

Las API, interfaces de programación de aplicaciones, son las que están haciendo el trabajo por nosotros. Están construyendo el tejido conectivo, permitiendo crear las capacidades para recopilar toda esta información de manera confiable que, cuando se combina con motores de datos y análisis robustos, permite el contexto que tenía ese banquero que alguna vez atendió a la comunidad el cual ya no existe. Tus hábitos, tus patrones de consumo y muchos de estos "rastros digitales" pueden alimentar estos modelos, poniendo a trabajar el capital, conectando los puntos, permitiendo que los proveedores de servicios financieros evalúen mejor a las personas que han sido mal atendidas por el sistema, o que, simplemente nunca ha sido atendidas.

Open Banking

El tejido conectivo, que crea las API, ha dado lugar a la economía abierta con la banca abierta y las finanzas abiertas como los "súper poderes" otorgados a la inclusión financiera. Este es “el por qué" este movimiento prometer ser alentador. Su potencial se evidencia al observar el crecimiento en la proporción de adultos que realizan o reciben pagos digitales en economías en desarrollo que ha pasado del 35% en 2014 al 57% en 2021 a un ritmo más rápido que el crecimiento en la propiedad de las cuentas. Este es un paso fundamental para aprovechar el valor de nuestras "huellas digitales" y el poder que tienen estas huellas para convertirse en "patrimonio digital" para individuos y entidades.

Pero para desbloquear el poder de los datos y que se haga de manera generalizada, se debe construir confianza. Por lo tanto, es importante resaltar el valor de una infraestructura digital robusta y accesible que pueda proporcionar fundamentos fuertes para el camino hacia la formalización. Un camino que, al mismo tiempo, promueve la innovación dentro de los marcos de protección y confianza que genera un entorno regulatorio equilibrado.

Inclusión Financiera

De acuerdo a CGAP, "muchas personas de bajos ingresos también generan ricas huellas de datos (por ejemplo, datos de tiempo al aire, interacciones en redes sociales, datos de dinero móvil) que no se están aprovechando plenamente en el diseño y la prestación de servicios financieros. Esto se debe a múltiples factores, entre ellos, la disponibilidad limitada de datos para los proveedores de servicios financieros, la tecnología y los modelos comerciales heredados, la baja capacidad en el procesamiento y análisis de datos, la infraestructura limitada y las barreras regulatorias". A medida que la tecnología evoluciona y los costos de acceso disminuyen, se están desarrollando nuevas reglas y regulaciones sobre la banca y los datos abiertos ("abiertos") y se están desarrollando nuevos modelos de negocio aprovechando las huellas digitales.

Por lo tanto, es importante elevar el poder de la inclusión. No es solo un término financiero, un sueño, una ilusión. Es una herramienta poderosa para el empoderamiento. Es clave para derribar barreras, un catalizador fundamental para el desarrollo sostenible.

Los datos permiten que la inclusión financiera transite de la ilusión a la evolución financiera.

Federico Suarez

Transatlantic-o Connector