Marzo es el mes ideal para impulsar por todos lados la importancia de la representación femenina en la economía, porque no solo tiene que ver con equidad de género, esto es mucho más profundo, se trata de una estrategia clave para el crecimiento económico sostenible de México.
Y para hablar con más profundidad sobre esto, quiero contarte un poco de cómo paso a paso hemos tomado espacios y haciendo la diferencia, para empezar voy a retomar el reciente estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y empezamos con cifras muy reveladoras:
Estos datos de 2025 tienen consonancia con el estudio realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público , que en 2023 lanzó el análisis ‘Hacia la Igualdad de Género en el Sector Financiero’, en el que reveló que apenas un 15% de empresas mexicanas cuentan con mujeres en puestos de alta dirección, mientras que el World Economic Forum indicó que a nivel global el índice decía que de 38% del 2023, a 2024 se ha reflejado un decremento a 36.04%, estos datos son el marco perfecto para impulsar lo que hace falta: Más equidad en los equipos directivos, más mujeres tomando decisiones.
Y esto va más allá de tener representación, los números están de nuestro lado, el toque femenino en la participación económica ha demostrado ser un motor de crecimiento. Entre 2000 y 2022, la OCDE estimó que:
La presencia de mujeres en espacios de toma de decisión dentro de las empresas y el sector público es fundamental para la transformación económica y social del país. Las mujeres en posiciones de liderazgo han demostrado generar entornos de trabajo más inclusivos, mejorar la productividad y fomentar la innovación. Además, el acceso equitativo a roles directivos permite el diseño de políticas corporativas y públicas que respondan de manera efectiva a las necesidades de la población femenina, como la flexibilidad laboral, los sistemas de cuidado y el acceso a financiamiento.
Por cada hombre contratado para ocupar un puesto de responsabilidad hay 0.69 mujeres en la misma posición. Además, se observa que, por cada hombre que participa en procesos internos de selección para ocupar un puesto directivo o de alta responsabilidad, solo participan 0.53 mujeres. Estos resultados constatan la importancia de contar con mecanismos claros de promoción interna que sean conocidos por el conjunto del personal empleado, así como la importancia de privilegiar procesos internos sobre los de promoción externa.
El liderazgo femenino no solo es una cuestión de equidad, sino una ventaja competitiva. Diversos estudios han demostrado que las empresas con más mujeres en sus juntas directivas y posiciones de liderazgo tienen:
- Un mejor desempeño financiero
- Mayor innovación y un ambiente de trabajo más inclusivo.
- Las políticas empresariales y públicas reflejan una perspectiva más equilibrada y enfocada en el bienestar colectivo.
Ya lo he citado antes, pero es la referencia perfecta, ¿recuerdas la escena de la película de Barbie en la que una sala llena de hombres decidía cuál sería el nuevo juguete para las niñas? Pues así tal cual se ven los equipos de productos financieros sin participación femenina.
Según el estudio realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, apenas el 25% de las instituciones financieras reportaron ofrecer productos financieros dirigidos a mujeres. Entre las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM) y la banca de desarrollo, este porcentaje se situó por encima del 40%, pero solo el 16% de las entidades contaron con productos financieros dirigidos a mujeres en la base de la pirámide.
Estos datos reflejan avances en la representación femenina en roles de liderazgo, pero también resaltan la necesidad de continuar implementando políticas y prácticas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles organizacionales y gubernamentales.
¿Qué pasa cuando llegan nuevas formas de pensamiento? Con esto llega la innovación y las nuevas oportunidades, las Finanzas Abiertas, son la puerta a una economía más incluyente para las y los mexicanos, pero no solo en términos del usuario, también en los equipos que lo están empujando en México.
Por eso, hoy quiero hacer énfasis en el trabajo que están haciendo las mujeres vinculadas al Open Finance porque ellas están construyendo el camino de un ecosistema financiero centrado en mejorar la calidad de vida de los mexicanos a partir de la innovación, inclusión y personalización de los servicios:
Angélica Arana CIO de Banco Multiva Multiva
Brigitte Brousset , Head Business Financing de SERENA ENERGIA
Rocio H. Robles , socia de Tenet Consultores S.C.
Claudia Ileana Fragoso Flores , Directora de Ecosistemas Digitales de Grupo Financiero Banorte
Lizette Neme , Partner en INSTRAG Bauingenieure AG
Eleny Lira , Head of BizDev de Syncfy
Elizabeth Moncada Vega , Head non financial institutions en Círculo de Crédito
Federica Gregorini , General Manager en México para Belvo
Mariana Deschamps Public policy de BBVA en México
Marianna Gabutti, Government Relations Manager Mercado Libre
Mariel Vasquez head of innovation de HSBC
Marlene Olvera subdirectora de innovación Santander
Mayra Puntillo Rodriguez , Solutions Team Leader de Sensedia
Natalia Cruz , Head Open Finance de Sensedia
Yolanda Pérez Maciel , Institucional Relations en Belvo
Nicolle Hazard , Diseñadora de Producto Fintoc
Ana Olivia Escutia Méndez , Head of Product de Círculo de Crédito
Finalmente, Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) A.C propone, para que México pueda cerrar la brecha de género en la participación económica, se deben implementar acciones en dos frentes: el sector público y el sector privado.
Tener a más mujeres en la toma de decisiones también impacta en la inspiración de nuevas generaciones, demostrando que el acceso al poder y a la influencia económica es posible sin importar el género.
No se trata solo de justicia social, sino de una estrategia económica inteligente. México tiene ante sí la posibilidad de reducir la desigualdad, fortalecer su competitividad y generar un impacto económico positivo al incorporar más mujeres en la toma de decisiones y en el mercado laboral. La pregunta no es si debemos hacerlo, sino cómo lo aceleramos de manera efectiva.